HUELLAS
«La manera de dar vale más que lo que se da”.
Pierre Corneille.
No importa tanto la cantidad, como la calidad de las personas que conocemos y que nos rodean. Hay personas que dejan huella, que hacen que todo tenga sentido, incluso lo que no importaba hasta que las conocimos. Son autenticas y marcan un antes y un después en nuestra vida, que llegan como un soplo de aire fresco y que si se van permanecen como huella indeleble en nuestros recuerdos.
Las huellas son marcas imborrables en la piel y en la memoria, que nos hacen recordar momentos de amor, aprendizaje y crecimiento. Porque te abrazan y reconstituyen nuestro interior, logran recomponer tus partes rotas, te enseñan a vivir y a revivir tu interior.
Los pequeños detalles dan el sentido a la vida, lo cambian todo, hacen de lo diario lo importante y así no se hace tan necesario lo que nos dan como la forma de darlo.
Aparecen sin que te des cuenta, y te ofrecen otra visión de tu mundo, que te ayuda a cuestionarte tu vida, y te cambia para siempre la perspectiva de ello. Te abren los ojos, te hacen ver lo que duele, lo que puede llegar a doler y lo que tiene un significado maravilloso. Con ellos nada duele tanto, aunque pongan tu vida patas arriba y eso nos incomode.
Son un autentico espejo, que sacan todo lo reprimido que no queremos ver y te harán volver la mirada hacia dentro, para que puedas cambiarlo. Cada persona es única, siempre deja un poco de sí, y se lleva un poco de nosotros, y es una de las cosas mas importante que nos puede pasar en la vida. Con ellos, la bondad y la calidez emocional, debe ser prioritario a la hora de escoger la forma en que queremos relacionarnos.
Tacto, suavidad, respeto, garantizará vínculos sin conflictos y recuerdos basados en concordia, bienestar y felicidad.
Mariam, 2018.-